Los pasos de peatones o pasos de cebra llevan entre nosotros décadas, y a diferencia de otros elementos del tráfico, no han evolucionado para adaptarse a nuestros hábitos de circulación. El sistema Starling Crossing quiere cambiar esto, y para ello ha creado un paso de peatones interactivo, con el que pretende devolverle al peatón la seguridad y prioridad en las calles.
La propuesta de Starling Crossing no tiene un paso de peatones fijo, sino que lo genera en tiempo real y adaptándose gracias a diferentes factores. Para ello requiere de un asfalto especial lleno de LEDs y diversas cámaras estratégicamente posicionadas. Mediante las diferentes cámaras que hay instaladas alrededor de la intersección, rastrea todos los elementos que se mueven en la calle y consigue distinguir a peatones, ciclistas y vehículos. Tras esto calcula la ubicación y trayectoria de cada uno de ellos para anticipar dónde se van a cruzar y qué puede ocurrir. Así pues, si ve que una persona quiere cruzar genera un paso de peatones a sus pies y un STOP al coche que se acerca.

El paso de peatones y los elementos que dibuja en el asfalto nunca son iguales, sino que cambian para adaptarse a las situaciones. Si hay muchas personas que quieren cruzar el paso de peatones es más grande. Si llueve el STOP al coche es antes y más largo para que pueda frenar mejor. Si un peatón no está pendiente y se acerca peligrosamente a la trayectoria de un coche, le dibuja un aviso en el suelo. Si un niño cruza la calle por un despiste y sin darse cuenta que vienen coches, el sistema avisa a los coches automáticamente.

Starling Crossing es por ahora un prototipo, la empresa Umbrellium lo ha implementado en una intersección de pruebas en un decorado de cine y su idea es instalarlo al principio en cruces muy transitados en las principales ciudades.
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